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Segundas oportunidades (I Parte)

by Carlos

Si has aterrizado alguna vez en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas seguro que se te ha ido la vista a La Muñoza, ese lugar mágico que todo aerotranstornado desearía visitar al menos una vez en la vida.

Poco o nada se puede ver del interior de sus hangares. Únicamente nos tenemos que conformar con ver aquellos aviones que están esperando pasar por sus talleres o descansar para siempre.

Como sabéis, los aviones están preparados para soportar muchas horas de vuelo y muchos pasajeros gracias al mantenimiento y revisiones que pasan pero, inevitablemente, hay elementos que deben ser cambiados para ofrecer un mejor servicio a los clientes… ¿Sabes qué hacen con aquellos materiales que ya no son útiles?

Plane to product

La aerolínea holandesa KLM está cambiando su World Business Class con el fin de ofrecer a los pasajeros más exigentes un producto totalmente renovado. Este cambio no es fácil, supone un gran coste económico ya que deben deshacerse de los antiguos materiales y adquirir los nuevos… Pero, ¿qué podían hacer 14 estudiantes de la Academia de Diseño de Eindhoven con los que ya no sirven?

El reto para ellos comenzó en uno de los hangares de la compañía donde encontraron todos los objetos y materiales que formaban parte de la World Business Class de KLM: asientos, cinturones de seguridad, moqueta…

Como si se tratase de un día de rebajas, los estudiantes arrasaron con todo dejando solo las estructuras de los asientos y otros materiales demasiado pesados.
Las reglas que siguieron a la hora de crear nuevos objetos eran las siguientes:

  • Tiempo máximo: 12 semanas.
  • Diseñar productos que fueran útiles durante el viaje.
  • Usar en los prototipos un 70% de material reciclado.

Aunque el trabajo no parecía nada fácil, los estudiantes diseñaron una gran variedad de productos que destacaron por ser prácticos y sorprendentes. Zapatillas, altavoces para móviles, cascos para mantener la privacidad, bolsos que sirven como almohadas o herramientas para hacer ejercicio a bordo fueron algunos de los prototipos que se presentaron.

Con este proyecto la aerolínea no quería conseguir beneficios extras, sino mostrar cómo se puede dar una segunda oportunidad a aquellos materiales que iban a ser desechados.

New life for KLM’s uniforms

En el año 2010 Mart Visser cambió los uniformes de 11000 TCP pero, ¿qué podían hacer con los más de 90000 kilos de material provenientes de los uniformes?

No sería una mala idea regalar o vender éstos a aquellos amantes de la aviación pero, al igual que los uniformes de la policía, podría suponer ciertos problemas en los aeropuertos y confusión en los aviones. Por tanto, la mejor idea era reciclarlos y convertir estos materiales en nuevas materias primas para crear productos de alta calidad.

Con esta iniciativa se evitó emitir 4600 toneladas de CO2 y gastar cerca de 500 millones de litros de agua. Gracias a ello se crearon bolsas de viaje y etiquetas para maletas que se podían adquirir en su página web por 499€ y 19€, respectivamente.

Si esos uniformes no se hubieran convertido en bolsas de viaje y etiquetas, la compañía se hubiera visto obligada a quemarlos por motivos de seguridad generando más contaminación.

En la segunda parte os contaremos otras cosas que pueden reciclarse…

Img: Prensa KLM.

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