A raíz de la trágica desaparición del vuelo MH370 de Malaysian Airlines el pasado 8 de Marzo, Malasia ha propuesto a la U.I.T (Unidad Internacional de Telecomunicaciones) que elabore alguna forma de facilitar la transmisión de datos del vuelo en tiempo real. Esta petición se debe a que, si bien en los últimos años la aviación ha avanzado y mejorado mucho gracias a las nuevas tecnologías, las cajas negras funcionan igual que hace 30 años, algo cuánto menos sorprendente si tenemos en cuenta los grandes avances de la tecnología en los últimos años.
Hasta el día de hoy, los aviones tienen 2 tipos de cajas negras, por cierto, ambas son en realidad, de color naranja para facilitar su localización en caso necesario. Ambas contienen cintas de alto contenido en níquel para poder soportar altas temperaturas, fuertes golpes, fuego o inmersiones en agua salada por tiempo indefinido sin sufrir ningún daño. Además llevan instalado un sistema de utilización sub acuático y tienen integrada una baliza de localización.
La primera de estas cajas se llama “Cockpit Voice Recorder” (CVR) y está diseñada para grabar el sonido ambiente en la cabina de mandos. Graba mediante 4 canales distintos, el micro del comandante, el del first officer, el del CMJ y finalmente el micro que recoge el sonido ambiente, de esta forma graba, no solo las conversaciones que la tripulación mantiene con la torre de control y las conversaciones entre cockpit y cabina si no también las conversaciones que se mantienen en cockpit sin tecnología de por medio. Una vez el avión está en tierra y con los motores apagados, esta grabación se puede borrar pues se considera que la aeronave ya está en una situación segura.
La segunda caja es conocida como FDR (flight data recorder) y se encuentra situada en la cola del avión, junto al APU. Esta caja es la encargada de grabar durante 25 horas los parámetros necesarios para reconstruir un vuelo, entre otros la velocidad, el rumbo, la altitud o las aceleraciones a las que ha sido sometido el aparato. Está preparada para grabar entre 15 y 35 parámetros dependiendo el tipo de FDR.
Así pues, las cajas negras graban los parámetros del vuelo y también el sonido ambiente de cockpit, y además están hechas a prueba de casi todo y diseñadas para que sea fácil localizarlas. Ese es el problema, que para poder acceder a la información que graban, hay que localizarlas, hay que tener la caja física. Si no hay caja, no hay información. Esa es, precisamente, la sugerencia de los Malayos, que, tras la tragedia que han sufrido, se están esforzando en encontrar la forma de que no vuelva a pasar, por ejemplo, haciendo que no sea necesario tener la caja para poder escuchar lo que esta ha grabado, algo que hace 30 años era inimaginable, pero que hoy en día no parece tan difícil.
Pero no todo es perfecto, y la transmisión de información en tiempo real podría crear una pequeña controversia. El cockpit es un lugar pequeño en el que la tripulación pasa muchas horas, y las conversaciones privadas son inevitables, con la propuesta de los Malayos todo lo que se hable ahí dentro será escuchado en tiempo real por un desconocido en un centro de datos. Pensad si os gustaría que os grabaran durante todo el tiempo en vuestro lugar de trabajo. Que alguien, en algún lugar se esté enterando del restaurante en el que cenaste ayer, si a tu hijo le han quedado las mates, o si crees que tu jefe es un auténtico…simpático. Y ¿si con el tiempo se pudiera utilizar esa información en tu contra? ¿creéis que por motivos de seguridad vale “todo”? ¿o que la privacidad y el derecho a la intimidad son inviolables?