Estoy un poco harta de escuchar que los uniformes son alienantes, que suprimen la personalidad de quien los viste y que privan de los gustos personales del individuo.
Me parece una estupidez supina.
Por supuesto que privan de la libertad de vestirte como te da la real gana, pero es que un trabajo, es un trabajo y mientras estés en tu horario laboral, si te piden que vayas de uniforme, pues te lo pones. Y si no te lo quieres poner, te buscas otro curro y andando.
Una solución fácil para una queja estúpida.
Imagínense ustedes el panorama que podrían encontrarse al entrar en un avión y no distinguir a los tripulantes del resto del pasaje, porque cada uno va vestido como le place.
Os guste o no, el uniforme es una parte muy importante de cada compañía aérea y los tcp estamos obligados a cumplir con la normativa que se nos exige.
De esta manera, cada TCP es responsable de su uniforme y de mantenerlo siempre en las mejores condiciones posibles (aunque eso no sea una tarea fácil por la poca calidad de las prendas y los diversos usos que le damos a cada una de ellas).
Incluso cuando un tcp no está en actividad aérea pero tiene que acudir a cursos, reuniones, hoteles o volar como extra-crew o con otras compañías, siempre debe mantener una imagen impecable. Por eso no nos dejan utilizar chandal, zapatillas de deporte, escotes, minifaldas, prendas deportivas… que cada uno opine lo que quiera, pero así son las reglas. Y si no te gusta jugar en este equipo, búscate otro.
En cuanto al uniforme, hay una serie de reglas que las tcp deben cumplir a rajatabla:
- Durante el embarca y desembarque de pasajeros siempre llevarán puestos los guantes y los zapatos de tacón alto. Además, no vale que unas lleven la americana puesta, y que otras vayan en mangas de camisa. Todas igualitas, y para eso hay que ponerse de acuerdo con la sobrecargo.
- Tras el embarque y cuando las puertas del avión ya han sido cerradas, se deberán quitar los guantes (excepto para repartir la prensa a los pasajeros).
- Cuando el comandante apaga la luz de cinturones, las tcp podrán ponerse los zapatos de tacón bajo y además se colocarán la sobrefalda para dar el servicio a los pasajeros. Indistintamente, dependiendo de la temperatura que haga, pueden usar la rebequita o no.
- Antes del despegue, se quitan de nuevo la sobrefalda, se ponen los zapatos altos, la americana y los guantes.
Como ya comentaba en el post anterior, la higiene personal es, obviamente, importantísima. Los perfumes han de ser muy suaves y siempre deben ir maquilladas de manera sutil. Las uñas cortas, sumamente cuidadas y las manos siempre hidratadas.
El pelo siempre limpio. No se permiten tinten ni mechas llamativas y siempre que la melena sobrepase la nuca, se llevará en una coleta , trenza o moño. Si la coleta pasa de 20 cm, entonces se llevará obligatoriamente en moño o trenzado. No se permiten más horquillas que las justas y necesarias y el flequillo nunca debe tapar los ojos (ni ligeramente…).
No está permitido el uso de piercings visibles, y en cuanto a pendientes, sólo está permitido en tcp´s femeninas y únicamente los que proporciona cada compañía aérea. Sólo se permite llevar anillos tipo alianza en los dedos corazón y anular de una sola mano y una única pulsera metálica y muy discreta. El reloj, sin embargo, es de uso obligatorio (tiempo para preparar cabina, emergencias, puntualidad….) y debe ser discreto y en los colores del uniforme o metálicos.
Las gafas de sol están completamente prohibidas y en cuanto a graduadas, han de ser de montura discreta. Siempre se llevarán unas de repuesto.
La americana se lleva siempre abrochada y sólo podrá llevar como “adorno” el pañuelo de bolsillo y las alas metálicas de la compañía. Nunca se puede llevar sobre los hombros o colgada del bolso. Si no se lleva puesta por algún motivo, se llevará perfectamente doblada sobre el brazo. Además es obligatorio llevar medias durante todo el año. Siempre del color fijado por la aerolínea.
Casi nada, ¿no? Pues aquí os dejo la uniformidad inicial que se le proporciona a una azafata que se acaba de incorporar