Como habéis preguntado en varias ocasiones cómo debe maquillarse una azafata de vuelo, vamos a tratar de dar algunas pautas para intentar despejar muchas dudas.
Lo primero que tenéis que tener claro es que no somos azafatas de Pan Am ni para lo bueno ni para lo malo. A ellas, durante varios años se les exigió utilizar una única marca de cosméticos con unos colores corporativos. Por ejemplo, la barra de labios que utilizaban era de color rosa, de Revlon, y su código era el 585 Persian Melon.
Hoy en día no se exige un color concreto de colorete, ni de labios, ni de sombra de ojos. Por lo menos en las aerolíneas españolas. Lo que sí se exige en todas, es el uso de un maquillaje perfecto e impoluto en todas las tripulantes.
Es obligatorio el uso de base, colorete, rimel y barra de labios. A mayores, se pueden utilizar sombras de ojos de colores naturales o a tono con el uniforme, siempre que sean colores discretos.
La base de maquillaje tiene que ser acorde con el tono de piel. Es decir, no se pueden utilizar tonos que sean más oscuros que el color natural de la piel, a menos que queráis parecer bombonas de butano.
Para saber cuál es vuestro tono, lo mejor es que hagáis diferentes pruebas con el tester antes de comprar el primero que esté de oferta. Tiene que fundirse perfectamente con el color de vuestra piel. Como indicador, puedes observar las venas de tus muñecas a la luz del día. Si tiran a un color azulado, tu maquillaje estará entre tonos fríos (bases palidas o rosadas) si tiran a azul o morado, tu maquillaje llevará bases amarillentas. Ese es el primer paso y no es del todo fiable, pero si orientativo. Ahora afina la búsqueda hasta conseguir el tono exacto.
Cuando ya tengas tu base de maquillaje, es el momento de buscar un corrector. El corrector tiene que tener un tono más bajo que el de la base para que elimine el color oscuro de las ojeras y algunas rojeces.
Siempre se aplica primero el corrector y después la base. Siempre. Always. Lo que se aplica después de la base y los polvos es, si lo utilizáis, un iluminador.
Para dar color a la cara, se emplea un toque de polvos compactos o el colorete aplicado sobre la zona de los pómulos para afinar las facciones. No elijas polvos que brillen demasiado. Mejor mate. Lo agradecerás después de varias horas de vuelo.
Elige un rimel de larga duración y que no te mache si te rozas con el chaleco de la demo o al ponerte la sobrefalda.
Lo importante de cualquier maquillaje, y más en una azafata de vuelo, es que destaques tus puntos positivos y que corrijas lo que menos te gusta. Es decir, que potencies tu belleza natural. Recuerda que además deberás retocarte y peinarte todas las veces que sea necesario.
Consejo: mantén la piel muy hidratada. Para ello, utiliza una crema hidratante todos los días, contorno de ojos y vaporiza agua de avena mientras están en el avión, y siempre que puedas.
Aunque llegues tarde a casa, aunque tu línea se haya retrasado varias horas, no te vayas a la cama sin desmaquillarte.
Es lo peor que puedes hacer después de estar varias horas en un ambiente seco y artificial. Utiliza un buen desmaquillante para que tus poros respiren, y aplica de nuevo una hidratante.
También es importante que tengas siempre a mano alguna ampolla flash. Para mi es magia embotellada. Los días que te despiertes con el rostro fatigado, aplícate la ampolla con un suave masaje, sobre todo dando toquecitos en la zona de la sien.
A mi también me funcionaban muy bien las mascarillas oculares de gel. De esas que refrescan y descongestionan. Si buscáis “power mask hydrogel” en google, veréis la marca recomendada.
En resumen, utilizad el sentido común. Vosotras, más que nadie conocéis vuestro tono y vuestro tipo de piel.
Todas sabemos qué es lo que nos queda mejor y qué es lo que no nos sienta bien. Utiliza tu experiencia y recuerda que no vas a una fiesta punk, ni a codearte con colegas góticos, ni al garito de moda. Vas a subirte al avión para recibir a tus pasajeros cabezones.
¡Felices vuelos!
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