Iberia presentó ayer una demanda contra el sindicato de pilotos SEPLA y el de TCP STAVLA, para pedir que la huelga sea declarada ilegal. Esta medida, se aplicaría a las 36 jornadas de huelga que ya se han celebrado y a las 30 nuevas jornadas que se han convocado recientemente.
Cada jornada de huelga, la compañía pierde más de 3 millones de euros al día. Por ello Iberia también reclama ante la Audiencia Nacional, la posibilidad de solicitar la compensación económica por los daños ocasionados hasta el momento.
En el caso de la demanda contra el SEPLA, la compañía alega dos motivos fundamentales:
- Se trata de una huelga que persigue obstruir una decisión tomada por la empresa en el ejercicio de su legítima libertad de empresa. Está alvaguardada por el artículo 38 de la Constitución española, decisión que, además, respeta todos los acuerdos firmados por la compañía.
- Se trata de una huelga abusiva, y las últimas convocatorias, de 24 días en el primer caso y 30 días después. Coinciden además con la Semana Santa, los puentes de mayo y las vacaciones de verano, confirma esa realidad. Dichas huelgas tiene un enorme coste para la empresa y casi nada para los pilotos que la realizan.
En el caso de la demanda contra el STAVLA, para Iberia la huelga convocada a principios de marzo es ilegal por los mismos motivos que la del Sepla (por abusiva y por pretender impedir un derecho legítimo de la empresa protegido por la Constitución) y además porque:
- En el propio convenio colectivo de TCP se contempla la operación de Iberia Express como una empresa independiente.
- Recientemente el comité de Vuelo, del que forma parte Stavla, entabló por unanimidad un conflicto colectivo contra Iberia. Se saldó con un acuerdo firmado por cuatro de los cinco sindicatos y donde estos reconocen que cubren totalmente los motivos por los que habían ido al conflicto.
- Es una huelga de solidaridad no provocada por motivos propios sino para aliarse con los de otros. En concreto los del Sepla, a quien secunda con esta convocatoria.