Opciones:
- Bulgari – χ
- Eau de Toilette de Mercadona – χ
- Sardina enlatada – χ
- Nubes – χ
- A nada – ✓
Pues eso es. A nada. O por lo menos, eso debería.
Después de varios años acumulando experiencia trabajando como TCP, os puedo decir sin lugar a dudas, que tienen que estar impecables y rezumar higiene por los cuatro costados, pero a poder ser sin sobrecargarse de cremas, perfumes, polvos…
Más que nada porque 2 tripulantes encerradas en un mini avión, cada una con su perfume + 50 pasajeros con olores variados, podría ser un choque olfativo letal. Además, otra de las razones por las que no nos dejan utilizar perfumes fuertes, es para que no se asocie a la compañía aérea con ningún aroma concreto, y porque si algún pasajero te pregunta por el nombre y es más caro que el suyo quedaría un poco mal.
Obviamente yo no comparto esta teoría. Estoy de acuerdo en que nadie debe pasarse con su perfume pero lo del aroma y el precio me parece una tontería descomunal.
Así que yo seguía perfumándome un poquito como cada mañana de mi vida, antes de salir de casa hacia el aeropuerto. Eso, hasta que me tocó volar con una de mis amigas «las supervisoras de vuelo».
Experiencia TCP: la supervisora y mi perfume
Recuerdo que era un Valencia-Casablanca.
En las primeras filas, viajaban una pareja de señores que iban a celebrar sus bodas de plata a Marruecos.
- Señorita, a mi mujer le da un poco de reparo preguntarle qué perfume lleva puesto, pero cada vez que nos sirve usted algo, me repite que huele de maravilla
- Oh! Muchas gracias. Me alegro de que le resulte agradable.
- ¿Le importaría decirnos cuál es?
- Por supuesto que no. Es éste.…
Y saqué un pequeño vial que llevaba siempre en el bolsillo de la sobrefalda.
Siempre me gusta llevar pequeñas muestras del perfume que tengo en casa. Las llevo en el bolso, en los bolsillos o en la bolsa de vuelo. Lleva siendo el mismo desde hace muchos años y creo que lo será de por vida
- Tome, está sin empezar, puede quedárselo.
- Muchísimas gracias, de verdad.
- No hay de que. ¡Disfrútelo!
¡Qué bonito! Unos pasajeros que se interesan por mi perfume, y yo que les regalo una muestra. El momento «unión pasajero-azafata». Bárbaro, divino…¿no?
¡Pues no! ¿Sabéis quién estaba observando la escena como ojo avizor de aguililla?
- Perdona, ¿Acabas de regalarle una muestra de perfume a una pasajera?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque me ha dicho que le gustaba y me ha preguntado el nombre
- ¿Y por qué le has dado la muestra? Ahora sabrá cuánto cuesta y cuánto te gastas en perfumes.
- Eso es una tontería…
- No es una tontería.
- ¿Es caro?
- Un poco
- Mal hecho. Lo primero es que no deberías usar esos perfumes caros para venir a volar, y lo segundo es que nunca jamás puedes responder a esa pregunta. Y mucho menos regalar una muestra. Lo siento pero voy a tener que ponerte una falta en uniformidad.
- Ok, pónmela.
- Ah, que no te importa.
- Claro que me importa, pero tú eres la supervisora. Haz lo que debas hacer.
- Tienes que ir igual de correcta que nosotras. Debes fijarte en nuestra imagen y copiarla.
En fin, que después de la conversación de besugos, seguí recogiendo el servicio que habíamos dado a los pasajeros mientras la boba con aires de teniente O´neil se encerraba en cockpit con los pilotos.
Y fumar a bordo del avión está prohibido
- Voy a ver si los chicos quieren algo
- Muy bien. Ya me quedo yo aquí recogiendo todo…
A los 15 minutos se abrió la puerta de la cabina y una bocanada de humo llegó hasta el galley.
- Hueles a tabaco
- ¿En serio? es que los chicos estaban fumando.
- Pues parece que has fumado tú.
- Yo no. Fueron ellos. Voy al baño a ver si me quito un poco éste olor.
- Sí…casi mejor.
Cuando regresó del lavabo, la amiga apestaba a una mezcla entre tabaco + Carolina Herrera. Mortal.
- Uff! Tienes razón, el galley sigue oliendo a tabaco.
Y ni corta ni perezosa, sacó su botellita de cristal de la bolsa de mano, y pulverizó todo el galley con el perfume.
- Genial. Ahora huele a humo de tabaco y a tu perfume caro.
- No seas exagerada. La culpa es de los chicos por fumar.
Sale el comandante
- ¿Chicas, me preparáis un café? Por cierto Lucía, si tú también fumas puedes pasar a cockpit. Con tal de que os vayáis turnando, no hay problema.
- No, yo no fumo, gracias.
- Maripili, queda una hora de vuelo. Entra cuando te apetezca otro pitillín.…
- Vaya…
- ¿Vaya qué?
- No nada
- ¡Recógete el pelo, que se te viene encima de la cara! ¿Quieres que te ponga otra falta de uniformidad?