El primer vuelo de mi vida como tcp, lo hice estrenándome en el Dash8. Los técnicos no eran holandeses, eran españoles. Aquel día respiré tranquila…
- Lucía…Tus habilitaciones serán para el CRJ200 y para el DASH8. En el DASH, volarás la mayor parte de las veces con pilotos de Denim Air.
- ¿Cómo? ¿Qué voy a volar con quién?
- Con pilotos de Denim Air. La mayoría holandeses.
- ¿Por qué? ¿Holandeses? ¿Y cómo les hablo?
- En inglés…
Tardé un tiempo en empezar a volar con Denim. Creo recordar que hasta que cumplí un mes como azafata, no me subí a un avión con matrícula PH-.
Pero una mañana llegué a firmas y me apresuré a mirar el daily. Estaba sola en la sala cuando vi a dos técnicos rubios y altos que entraban a firmar.
Vale, vale Lucía, tranquila. Hablas inglés. Los aviones son iguales. Preséntate a los chicos y hazlo de manera tranquila…-
Recuerdo que es ese mismo momento, el capi se giró, me miró fijamente, muy serio…y casi me caigo redonda antes de que sonriera y me dijera:
¡Hola chica! Me llamo Jeroen. Are you Lucia?
Dios, ¡gracias! El capi habla castellano.
- Yes, yes…I’m Lucía. Nice to meet you. ¡Qué bien! ¡hablas español!
- No… only “Hola Chica, me llamo Jeroen” He´s the FO, Arjen.
- Hi Arjen, nice to meet you.
- Hi Lucia.
Menos mal que en ese momento entró mi compi. Cuando la vi se me iluminó el cielo. ¡Era Leti! Ya había volado con ella en mis primeros días.
- Leti, volamos con los chicos de Denim.
- ¡Ah! ¡Qué bien! Son súper educados y encantadores.
- Pero, pero…¿no hablan nada de castellano?
- A penas… alguna frase. Tranquila, el pánico escénico de Denim lo hemos tenido todas. Verás como al final del día se te ha pasado.
Y Leti tenía razón. Con el paso de las horas, me fui dando cuenta que los chicos de Denim eran encantadores. Se dedicaban a volar, a molestar lo mínimo posible y se comportaban como personas normales.
A veces hasta había que insistirles un par de veces para que aceptasen que les lleváramos un café a cockpit. La mayor parte de las veces, me los encontraba en el galley preparando su propia cena, haciendo un té o cogiendo una Coca-Cola.
La verdad es que pese al pánico inicial de ser “Chica Denim”, las líneas volando en Dash con los holandeses eran casi un regalo. Harta de volar con algunos pilotos que se creían semidioses, los chicos de Denim Air eran los mejores compañeros que una TCP podía tener.
Recuerdo lo que nos decían siempre después de hacer el briefing:
So girls…have fun and take it easy. Smile and don’t worry about us. Just smile and enjoy the day.
Guardé aquella frase en mi cabeza para siempre y la sigo aplicando a muchos aspectos de mi vida.
Imagino que había de todo como en botica, pero no tengo ni un sólo recuerdo malo de los chicos Denim. Y no digo que todos los españoles fueran lo contrario a ello, ni mucho menos. Pero las manzanas podridas no asomaban tanto al borde de la cesta como en otras flotas y otras nacionalidades.
Unos años después de mi salida de Air Nostrum, supe que habían decidido prescindir de Denim Air.
Los chicos tuvieron que buscarse la vida en otras compañías aéreas. Algunos se fueron a Arik, otros a Air Baltic, Transavia, Sky Work, Cargolux, Air Berlin… Repartidos por medio mundo, lo gracioso es que mantengo más contacto con ellos que con cualquier piloto de Air Nostrum.
No sé qué tal habrá sido su paso por Air Nostrum, ni qué pensarán ellos de haber trabajado con nosotras, pero espero que por lo menos guarden un recuerdo la mitad de bueno que guardo yo de ellos.
Dedicado a: Arjen, Paul, Kevin, Thomas, Jeroen, David, Sander y el resto de chicos Denim Air.