Home Mi experiencia trabajando como TCP Deformación profesional. Mi vida fuera del avión

Deformación profesional. Mi vida fuera del avión

by lucyintheclouds

Imagino que nos pasa a todos; a veces te sientes tan absorbido por tu trabajo que eres incapaz de desconectar. Y lo peor es cuando te das cuenta de que adoptas costumbres laborales y te las llevas a tu vida personal.
Y bueno, si es una o dos cosas no pasa nada, pero si ya son más…si son más, tienes un problema.

Si un día te pasa lo mismo que a mí, y todas esas “deformaciones profesionales” se dan juntas al mismo tiempo, no te asustes…es normal.

Día libre

Suena el despertador y te desperezas pensando en el buffet del desayuno; aaah nooo!! que no estás en el hotel… toca prepararse el café en la nespresso de toda la vida…
Y ahora a la ducha!
Entras en el baño, y tienes esa cestita típica de hotel en la encimera del lavabo. Con una colección de mini geles, mini champús, gorrito del pelo, set de afeitado…
Venga, hoy eliges el gel de limón, ese que te trajiste del hotel de Niza.

Te vistes para salir a hacer la compra, y cuando te das cuenta, te has puesto una falda cualquiera, con una camiseta cualquiera, pero eso sí…con una pañoleta al cuello. Y te la atas de lado, que es más azafatil.

Corres a la cocina para saber qué es lo que hay que comprar, y lo ves enseguida: siempre tiene que haber 5 latas de tomate, 5 de espárragos, 5 de atún y 5 de pimientos…da igual si te los comes o no, pero siempre tiene que haber 5! y en línea recta, como en los cajones del carro. Que si de repente hay 4 latas de atún y 1 de ventresca, ya no vale y te empieza a entrar un agobio brutal, como si una supervisora fuera a entrar en tu cocina y chequear las alacenas.

Uy, “chequear”. Esa es otra…lo de utilizar palabras típicas de TCP con el resto de los humanos. Ya no “revisas”; “chequeas”. Ya no dices “extintor”, dices “BCF”. Ya no te refieres a tus compañeras como “azafatas”, sino como “TCPs”…y un sinfín de palabras que sólo entiendes tú y tus 3 compañeras de piso.

Vale, ya estás vestida, con la lista en la mano, y ahora te subes al coche. Te abrochas el cinturón, y sabes que el problema se convierte en algo grave cuando no te basta con el cinturón simple. Necesitas un cinturón de 5 puntos, un arnés completo, porque de lo contrario no te sientes atada, y no puedes dar “cabina asegurada”.

Llegas al supermercado y lo primero que haces es controlar que al fondo del local hay una salida de emergencia…por si las moscas… Oye, que nunca se sabe lo que puede pasar. Además, el tema de controlar salidas de emergencia lo haces extensible a cualquier garito nocturno o local en el que se puedan concentrar más de 20 personas juntas.
Bueno, total, que después de tener claro que hay una salida de emergencia al final del súper, vas con tu carrito de la compra por todos los pasillos, y cuando te paras delante de una de las estanterías de cereales, intentas frenar el carro con el pie…pero no, este no tiene palanquita roja y palanquita verde…

Y de camino a la caja, con tus 5 unidades de cada cosa, te para un señor para preguntarte dónde está la mantequilla. Y tú, toda digna te plantas en medio del pasillo y señalas la dirección de los lácteos como si estuvieras mostrando las salidas de emergencia del avión…que solo te falta decirle que en caso de una despresurización de la cabina, tire fuertemente de la máscara de oxígeno. Y a su “gracias”, tu le respondes “gracias a usted, caballero. Adiós, que tenga un buen día”.

Cuando vas a pagar, abres tu supercartera (porque no llevas monedero, llevas la billetera de tu vida, donde cabe la licencia de vuelo, el documento de los cursos de refresco, el certificado médico, la cartilla internacional de vacunación, y por supuesto el pasaporte…y empiezas a rebuscar monedas. Y entre tanta Libra y tanta Korona, encuentras por fin los Euros.

Y ya de vuelta a casa, ves cómo tu vecino del 4º está aparcando el coche enfrente del edificio…y bueno, como es un poco negado para aparcar y suele dejarlo a 3 metros de la acera, lo único que te sale decirle para rematar bien el día es: “Oye, ¿te acerco el finger para desembarcar?”.

Qué original…

Imagen de Alexas_Fotos en Pixabay

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2 comments

palomichu enero 12, 2011 - 14:51

jaaaaaajajajjajaa que bueeno lo del finger…

Me encanta tu blog lucy, sigue asi!

Reply
Alber marzo 20, 2011 - 23:40

Es curioso cómo muchas veces aplicamos nuestro trabajo a la vida diaria 😀
A mí lo de buscar salidas de emergencia, mirar los extintores, comprobar los detectores…, también me ocurre y en muchos garitos en los que he entrado, me he pirado al comprobar que las salidas de emergencia estaban bloqueadas o cosas así xD

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