Furia de Titanes. Choque de dioses. Batalla de fantasmas. Conversaciones de besugo.
Llamadle como queráis, pero lo cierto es que cuando se juntan dos personajes que creen tener el poder del mundo en sus manos, las conversaciones que derivan del encuentro son realmente surrealistas.
- Señorita, disculpe, mi equipaje no cabe bajo el asiento.
- No se preocupe, señor. Se lo subo al portaequipajes.
- No, necesito llevarlo conmigo.
- Ah, ¿lleva usted líquidos? Se lo pongo, si quiere en el armario que tenemos a ras de suelo.
- No, es que esto tiene que viajar conmigo.
- ¿No llevará un animal ahí dentro, no, señor?
- No señorita.
- ¿Lleva algo de lo que no se pueda separar?
- Sí, señorita.
- ¿Y qué es?
- Un arma
- ¡¿Una qué?!
- ¡Capi! ¡Capi! ¡Que hay uno ahí que dice que lleva una pistola?
- ¿Qué?
- Que dice que no me da la bolsa porque lleva una pistola
- ¿Pero es policía?
- Yo que sé. He escuchado arma y he venido a avisaros.
- Pregúntale si es un policía y si es así, que te enseñe la placa y que venga.
- Oiga, señor, ¿es usted poli?
- Soy inspector del Cuerpo Nacional de Policía, señorita.
- A ver su placa.
- ¿Cómo?
- Que me enseñe la placa, que me dice el capi que me enseñe la placa y que vaya allí a hablar con él.
- Sí, dígame.
- No, dígame usted a mi. Identifíquese. ¿Cómo que lleva un arma a bordo?
- ¿Qué me identifique? Perdone, pero ya me he identificado a los responsables del embarque.
- ¿Es usted policía?
- Soy Inspector del Cuerpo Nacional de Policía. Sí, llevo mi arma a bordo, por supuesto.
- Pues yo soy el Comandante de este vuelo. No puede llevar un arma a bordo si no está de servicio, sin avisarme.
- ¿Y eso quién lo dice?
- Lo digo yo que soy el Comandante.
- Perdone, pero el Estado me ha dado este arma y me autoriza a llevarla 24 horas encima.
- A mi eso me da igual. ¿Está usted de servicio o en viaje oficial?
- No, vacacional.
- ¿Por qué no ha facturado usted el arma?
- Porque de mi arma, yo no me separo.
- ¿Tiene usted los resguardos, la documentación?
- Por supuesto.
- ¿Y por qué no la ha facturado? El arma no puede ir con usted en la cabina. Hay que bajarla a bodega.
- Oiga, que soy policía nacional, y usted un conductor de un autobús con alas.
- A mi me da igual lo que sea usted. Por mi como si es el mismísimo Jesucristo. Aquí el comandante del vuelo soy yo y yo decido cómo y de qué manera se vuela en mi avión.
- De ninguna manera. Yo voy a volar en este avión, y lo haré con mi arma.
- Bájese de mi avión.
Y así estuvimos un buen rato, decidiendo quién tenía “da power”…
Procedimiento de armas a bordo
El caso es que, por si no lo sabéis, el procedimiento que tiene que seguir un policía siempre que no vaya en servicio, para viajar en avión es el siguiente:
El arma siempre viajará en bodega. No está permitido el transporte de armas en cabina de pasajeros en ningún caso.
El arma se factura en un estuche, con la munición por separado. Siempre sé presentará el DNI/pasaporte, la licencia del arma, la guía de pertenencia, el billete de vuelo y la tarjeta europea de armas, en la oficina de Intervención de Armas del aeropuerto.
Además, el portador del arma tendrá que rellenar el impreso 790 y pagar la tasa correspondiente. Se introducirá una copia de la documentación dentro del estuche del arma, y la otra copia se le entrega al portador para que la presente en el mostrador de facturación junto con la autorización. Se mostrará de nuevo el DNI y el billete de avión. Allí se precintará y se facturará en el vuelo correspondiente.
El arma se recoge en destino en la Oficina de Intervención de Armas.
El arma, señores, va en bodega. En cualquier otro caso, si se porta el arma a bordo siempre, siempre, siempre se le comunicará al comandante y será él quien decida si se queda el arma en cockpit, si la puede portar el policía o si se baja a bodega.